Saturday, 21 December 2024

En el “Espacio Paraísos”, los integrantes de “Perros con Derechos” se ocupan de alimentar y cuidar a más de cuarenta perros que alojan en ese lugar de Las Piedras.

Los animales que están bajo su custodia, tienen historias de sufrimiento, muchos fueron lastimados, golpeados, quemados y abandonados.

Un viejo refrán dice que “el perro es el mejor amigo del hombre”. Lamentablemente, muchos hombres y mujeres no retribuyen ese amor incondicional. Otros, sin embargo, les dedican horas de su tiempo y los protegen.

Cuando llegamos al lugar, Daniela Vidal junto a tres de sus compañeros estaban alimentando a los cuarenta y cuatro perros que tienen en “Espacio Paraísos”. La joven se encontraba acariciando a “Tifón”, un animal que fue rescatado porque lo utilizaban como entrenamiento para las peleas de perros pitbull. Cuando tomaron contacto con él, era agresivo y poco sociable, pero luego del amor y el cuidado que le brindaron, hoy “Tifón” es muy sociable y juguetón.

La mayoría de los perros y perras que allí se encuentran tienen historias de maltrato, desnutrición o abandono. Tras los cuidados del grupo, muchos se han recuperado y han podido dar en adopción a ciento cuarenta y cuatro perros.

Daniela es la fundadora del grupo. “Hasta que comencé adoptando uno, era una persona normal”, nos dice entre sonrisas. Recordó que “me hizo un click en la cabeza. Fue mi esposo que vio un letrero donde se adoptaba un perrito con bastantes problemas. En ese momento vivía en la Torre María Elena y me lo traje conmigo”.

Desde ese momento, Daniela empezó a concientizarse de la problemática del abandono animal. En un corto período ya había adoptado a diez animales y terminó mudándose a una casa con terreno amplio. Poco a poco fue conectándose con otras personas, que sentían la misma necesidad de ayudar que ella. Actualmente son cuatro los que van al lugar todos los días y diez colaboradores que los ayudan los fines de semana.

“Nosotros compramos diariamente una bolsa de veintidós kilos de comida para perro adulto, una bolsa para cachorros de quince kilos, cinco kilos de polenta, cinco kilos de arroz y diez kilos de menudos diarios. En dinero, gastamos alrededor de seis mil pesos diarios. Todo esto financiado con nuestras tarjetas, nuestros sueldos porque cada peso sale de nuestros bolsillos. Tenemos una sola madrina, que nos pone mensualmente quinientos pesos. Tenemos la cuenta 56.600 de Abitab, pero lamentablemente nunca se mueve. Cuando tenemos algo, no pasa de cien pesos mensuales”.

“Actualmente tenemos una deuda de veinte y nueve mil pesos en veterinarias. Estamos tratando de pagar todo y procurando bajar las deudas, pero es muy difícil. A mediados de año pensamos hacer una correcaminata para recaudar fondos”.

Daniela nos explicó que “los cuatro titulares hacemos esto por amor. Postergamos tiempo y días con la familia, para poder brindarle un bienestar a estos animalitos, que si no estarían totalmente desvalidos. Los cuatro somos trabajadores de la salud. Claudia es laboratorista, Ignacio trabaja en mantenimiento de hospitales, Tania es radióloga yo soy enfermera. Además de los perros que hay acá, cada uno tiene bajo su cuidado en su domicilio otros tantos, en total tenemos setenta y dos perros”.

Cuenta Daniela que en el lugar anterior “nos dieron una especie de desalojo y nos tuvimos que ir con los perritos. Gracias a Fernando, que es un amigo, logramos este espacio. Pero todo es muy difícil, porque necesitamos ayuda, actualmente queremos hacer caniles para que pasen el invierno bien cubiertos, pero precisamos gente que nos ayude”.

La historia de los canes que se encuentran en “Espacio Paraíso”, son esencialmente de maltrato. “Nosotros no somos refugio, pero tratamos de darles amor y cuidado. Para que entiendan la brutalidad que pueden sufrir, te cuento algunos casos: a Theo, por ejemplo, lo rescatamos de una cuneta en donde lo habían tirado luego de atropellarlo; Mía es una perrita a la que quemaron viva un grupo de jóvenes;Mago estaba en estado de desnutrición y casi muerto; a Kenso, lo habían comprado y tirado bajo un parrillero. En una herida que se hizo, el pobre perro tenía más de dos mil gusanos en la cabeza. Lo logramos curar y ahora está perfecto. Eso son solo algunos de los casos que tenemos acá”.

“Muchas personas los abandonan, los lastiman y los olvidan. Nosotros no hacemos intervenciones, pero estamos en contacto permanente con la Oficina de Maltrato Animal del Municipio”.

Agregó que “para nosotros es muy difícil, por el tema de falta de voluntarios y económico, pero haremos todo lo posible para continuar. No estamos ingresando más perros por temas de recursos y espacio. Necesitamos ayuda de las personas, si pueden en lo económico mejor, pero sobre todo que vengan hasta el lugar y nos den una mano. Pueden comunicarse con mi celular 095 286 326. Muchas gracias a todos los que puedan ayudar”, concluyó Daniela.

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July 11, 2022

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