Se trata de dos casos aislados: uno denunciado en noviembre de 2018 y el otro en julio de 2019.

Tras recibir una denuncia de abuso sexual la Fiscalía debe ordenar la realización de varias pericias por parte de médicos y psicólogos para establecer el estado físico y mental de las víctimas. A su vez, se debe determinar inmediatamente el alejamiento de las víctimas de los ámbitos en los que interactuaba con el abusador. Se trata de brindarle a las víctimas la seguridad de que no van a volver a ser dañadas.

En el caso denunciado en 2018, la víctima fue un niño de 10 años y el abusador un hombre de 34. La Justicia lo formalizó por reiterados delitos de abuso sexual agravados por tratarse de una víctima menor de edad y se dispuso para el agresor las siguientes medidas cautelares por 120 días: prohibición de acercamiento al niño, prohibición de acercamiento y concurrencia al domicilio de la víctima y el arresto domiciliario nocturno en el horario de 20:00 a 08:00.

En el caso denunciado en 2019, la víctima fue un niño de 5 años y el abusador un adolescente de 15. Fiscalía dispuso su formalización por la autoría de una infracción grave a la ley penal, tipificado como un delito de abuso sexual especialmente agravado y muy especialmente agravado por tratarse de una víctima menor de edad, en grado de tentativa.

En este caso se dispuso para el agresor las siguientes medidas cautelares por 150 días: la prohibición de comunicación y acercamiento respecto al niño y el arresto total en el domicilio en el que pasara a residir desde el día de hoy, autorizándose como excepción la concurrencia a UTU al momento que se retomen las clases de forma presencial.

Fuente: Jefatura de Policía de Rivera.