Ante todo, quiero agradecerles la oportunidad de compartir algunas inquietudes que me preocupan de mi comunidad, las cuales, si tomaran forma de denuncias, alguien con una sonrisa burlona guardaría en un cajón, o arrojaría a una papelera, (ojalá con fines reciclables).

Vivo en San Francisco, barrio que cuenta con un flamante Municipio 18 de Mayo, del cual no hemos disfrutado aún de sus tareas y beneficios.

Paso a enumerar estas inquietudes que me preocupan, como seguramente a otros vecinos.

1) Anoche, como todas las noches “disfruté” de dos comparsas, una en la rotonda de El Santo y otra en la cancha del club San Francisco. Con una tarde de calor, y después de un día de trabajo, teniendo una linda sombra para descansar,con mi señora nos encerramos en la casa, puertas y ventanas cerradas y televisor con alto volúmen, para “escapar” a estas expresiones de “talento y algarabía” de “esparcimiento popular”.Porque no es un rato, son 4, 5 y hasta 6 horas. ¿Se imaginan todo ese “esfuerzo y dedicación” en algo productivo?

2) Tras tantos consejos y pedidos de toma de conciencia sobre los límites de velocidad, me propuse respetar estrictamente esta disposición, 30 km p/h donde así lo marcan los carteles, 45 km p/h donde no los hay, pero no se imagina cuantos dedos anulares he conocido y cuantos saludos a mi familia. Motos con infracciones que saltan a la vista, las cuales desaparecen ante mi, como fantasmas, ómnibus de la empresa CITA tocando bocina y pasándome cuál poste abandonado en medio del campo, ómnibus de la empresa COETC que a 2 cuadras de la estación 18 de Mayo, donde tiene su terminal llegan a 80 km p/h, al igual que en Av. San Isidro. ¿Inspectores?, nones.

3) La estación 18 de Mayo una vergüenza, totalmente abandonada, sucia, grafiteada, sus alrededores tapizados de cartones de vino y envases vacíos, olores del que se pida, basura, pasto, arbustos, sin un tejido de protección como solía tener, y las “juntas nocturnas” que el mas valiente evita. ¿El kiosco policial? un recuerdo de antaño.

4) La basura, un problema que ha convertido el barrio en un desastre, los contenedores no cierran, los perros entran y sacan las bolsas, las que rompen y desparraman por todos lados. Además, la inoperancia y falta de voluntad de la cooperativa que es responsable de la recolección, la que no limpia alrededor de los contenedores y no repone los que ella misma rompe al descargarlos. Los dejan en medio de la calle, los que algunos vecinos reubicamos y barremos los residuos que han quedado. Las podas, que antes se recogían el 1er. y 3er. lunes de cada mes (lo que también nos dicen por teléfono), el servicio se hace cada 40 días, donde viene un camión y una retro, ambos solo con conductor. La retro recoge hasta donde puede, por carecer de un operario que barra, ylas calles quedan sucias.

5)Las ferias. Ayer pasé por la feria conocida como “la del 20”, sobre Dr Pouey. Había conos naranja señalizando dicha feria, y tres inspectores controlando y fiscalizando la protección de los peatones. En 18 de Mayo, los miércoles, los feriantes cubren toda la entrada con vehículos y puestos que impiden la circulación, dejando espacio para un solo vehículo. Los ómnibus de COETC y Compañía del Este deben estacionarse a una cuadra porque la parada esta ocupada.

Los sábados, frente al edificio del Municipio, han ubicado puestos sobre la ruta 5 vieja, y en el espacio libre del Municipio.

Y nadie hace ni dice nada. Como siempre, lo provisorio se hace regla.

Y bueno, son cosas que pasan. Dicen que hay que adaptarse a los cambios, pero cuando son para mal, cuesta.

Agradezco su tiempo, y la oportunidad de haberme permitido expresar estas inquietudes, las cuales, a veces, muchas veces, me hacen añorar otros tiempos.

Sergio Miguel Olivera Romero