Lisboa, Portugal | AFP | por Brigitte Hagemann - Thomas Cabral
"¡Campeones, somos campeones de Europa!". Los portugueses se echaron a temblar cuando vieron a su estrella Cristiano Ronaldo abandonar la final por lesión, pero acabaron celebrando con una explosión de alegría en todo el país el primer título de la Seleçao, tras ganar a Francia por 1-0.
"Faltan las palabras. Lo hemos merecido. Por fin hemos hecho callar a los franceses y a todos aquellos que nos criticaban. Hemos demostrado que somos los más fuertes", exclamó Ruben Sardinha, de 22 años, con una bandera de Portugal al cuello.
Con lágrimas en los ojos, Carla Martins, de 44 años, no dejaba de gritar "¡Portugal! ¡Portugal!". "He confiado hasta el final. ¡Lo merecíamos!".
"Sin dudas es merecido. No hemos sido arrogantes, sino humildes. Quizás con Ronaldo hubiésemos marcado otro gol, pero hemos jugado como equipo y hemos tenido el premio", destacó Fernando Silva, un lisboeta de 61 años.
En pleno éxtasis, más de 50.000 personas, según las autoridades, bailaron y agitaron las banderas portuguesas al tiempo que sonaban petardos junto a la pantalla gigante instalada en la ribera del Tajo.
"Es una gran emoción. Nos quitaron este título en 2004, pero finalmente lo ganamos", se felicitó Tiago Teixeira, de 22 años, recordando la final de la Eurocopa que Portugal perdió en casa ante Grecia (1-0) hace 12 años.
Aquella derrota que quedó marcada en la memoria de los lusos y al fin pudieron exorcizar sus fantasmas pasados en el Stade de France.
Si de aquella final quedó la imagen de un joven Cristiano Ronaldo (19 años) llorando por la derrota, de la de este domingo quedarán también los llantos de la estrella portuguesa, primero por tenerse que retirar lesionado en el minuto 25 de la final y después en la celebración del título.
Concierto de bocinazos
Con el pitido final, miles de aficionados se lanzaron a las calles a celebrar el triunfo de la manera más estridente posible, con un concierto de bocinazos de los conductores que circulaban por las calles de la capital.
Este título llega en un buen momento para levantar la moral de los portugueses, cuando el país apenas puede recuperarse de la crisis económica de los últimos años y con la Comisión Europea amenazando con multas por los incumplimientos con el déficit.
No obstante, el entusiasmo de los portugueses se heló en el minuto 25 del partido, cuando su gran estrella Cristiano Ronaldo tuvo que retirarse, en camilla y con lágrimas, por una lesión en la rodilla que se produjo minutos antes tras una entrada del francés Dimitri Payet.
"Es un golpe duro para nuestra selección. Ronaldo no se merecía acabar así, entre lágrimas. Es realmente muy triste", lamentó Gregorio Teixeira, de 40 años, cuando vio retirarse a su ídolo.
Pese a que los aficionados aplaudieron la entrada a la cancha de sus sustituto Ricardo Quaresma, el ambiente se enfrió en la 'fanzone' de Lisboa, ubicada en la plaza del Comercio.
"Es difícil sin Ronaldo. Loo franceses habían advertido que neutralizarían a Ronaldo... y lo han conseguido", lamentó Rafael Silva, de 20 años, con las mejillas pintadas con los colores rojo y verde de la bandera lusa.
"Es el mejor jugador del mundo y Portugal le necesita", aseguró.
Pero los hinchas fueron recuperando poco a poco la confianza, apoyando al equipo con el famoso "Huh", el grito de apoyo de los islandeses acompañado de un golpeo de manos rítmico y que se ha popularizado durante la Eurocopa.
"Queremos lágrimas de alegría. Doce años después de nuestra Eurocopa, es el turno para Portugal de ser feliz", tituló en portada por la mañana el diario deportivo Record. Un título que se reveló como un presagio de lo que ocurriría horas después.
Todo el país ha vibrado con el recorrido de la selección, incluidas las altas esferas del Estado. El primer ministro Antonio Costa, presente en el Stade de France junto al presidente Marcelo Rebelo de Sousa, llamó por Twitter "a gritar aún más fuerte ¡Viva Portugal!".
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