Medellín, Colombia | AFP | por Carlos Rodríguez

El colombiano Atlético Nacional, flamante campeón de la Copa Libertadores, mira hacia el Sol Naciente con sed de seguir cosechando gloria en el Mundial de Clubes de la FIFA, que se disputará en Japón en diciembre.

"Quería que Nacional fuera al Mundial de Clubes y lo logramos. Fue una Copa redonda y que está disfrutando todo Colombia", aseguró el director técnico Reinaldo Rueda, quien pese a tentadoras ofertas permanecería con el verdolaga para enfrentar este nuevo compromiso internacional.

El sueño de volver a ganar la Libertadores, trofeo que ya estaba en las vitrinas de este equipo de la ciudad de Medellín desde 1989, se cumplió el miércoles cuando derrotó al ecuatoriano Independiente del Valle tras empatar 1-1 en Quito la semana pasada.

"Uno no despierta todavía de lo que conseguimos en el momento. Estoy orgulloso porque era lo que buscaba todo el grupo, conseguir esta Copa Libertadores y quedar en la historia de este lindo club", dijo emocionado el portero argentino Franco Armani, figura del conjunto verde.

Pero tras concretar el título surgió un anhelo mucho más grande, compartido por hinchas, directivos, cuerpo técnico y jugadores: enfrentar al poderoso Real Madrid en la final del Mundial de Clubes, la competición que designa al mejor cuadro del mundo.

La noche del miércoles, mientras se coreaba al verde y se daba la vuelta olímpica, pancartas y banderas blancas con un círculo rojo aparecieron por las gradas del estadio Atanasio Girardot y luego, en cintas que los jugadores campeones colocaron en su cabeza.

Tras la fenomenal campaña en la Libertadores, Nacional ganó el derecho de estar en torneo que se disputará en Japón entre el 8 y 18 de diciembre, junto con el Real Madrid, el América de México, el Auckland City FC de Australia, y los ganadores de las Ligas de Campeones de África y de Asia y de la Liga Japonesa.

"Ahora queremos el Mundial de Clubes", dijo el capitán Alexis Henríquez, único jugador colombiano en ganar dos Copas Libertadores, la primera con Once Caldas en 2004 y ahora con Atlético Nacional.

Campeones dejan el Club

El camino del club cafetero será sin embargo complicado, porque varios de los jugadores dejarán el club tras el título de la Libertadores, buscando nuevos horizontes.

Uno de los primeros en partir sería el delantero de 19 años Marlos Moreno, quien está en la carpeta del Manchester City de Inglaterra, que lo prestaría al Deportivo La Coruña de España.

"Esto es lo más lindo que me ha pasado en la vida", dijo Moreno tras consagrarse en la cima continental con Atlético Nacional. Y aunque no se atrevió a confirmar su salida, agradeció a la hinchada y al club por todo lo vivido en su aún corta carrera como futbolista.

Otros que emigran son el zaguero Dávison Sánchez, fichado por el Ajax de Amsterdam, y el volante Alexander Mejía que llegará al León de México, mientras el joven volante Sebastián Pérez también marcharía hacia el fútbol de Europa.

El futuro de estos jugadores es promisorio y merecido, pues en la Libertadores alcanzaron más del 78% de rendimiento, llegando a 33 puntos de 42 posibles y consolidando una trayectoria de ensueño en el conjunto más ganador de Colombia.

Primer club de la nación cafetera que logra el bicampeonato de la Libertadores, el verde tiene 15 títulos de liga en Colombia, fue campeón de Copa Merconorte en 1988 y 2000, y de la Copa Interamericana en 1990 y 1997.

Ahora, el gran objetivo es ser el primer campeón colombiano en un Mundial de Clubes y para ello cuenta con un trabajo contínuo y serio, y con una nueva estrella: el goleador Miguel Angel Borja, quien aunque recién se sumó al equipo este semestre ya se convirtió en el gran ídolo del futuro.

"Cuando llegué a Nacional mucha gente me criticaba y me decía que era jugador de equipo chico", dijo a periodistas Borja, quien anotó los cuatro goles para eliminar al gigante Sao Paulo en semifinal y fue autor del decisivo tanto ante Independiente del Valle el miércoles.

Guiado por Rueda, Atlético Nacional puso la bandera verdolaga en lo más alto de América. Ahora, con la satisfacción del deber cumplido, buscará llevar su estandarte al Olimpo del fútbol.

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