El joven tiene 21 años, era el principal organizador, y había recibido advertencias previas de las autoridades por otras dos fiestas privadas que había organizado de forma clandestina en los balnearios de Salinas y Fortín. Si bien fue enviado a 12 meses de prisión, ésta fue sustituida con libertad a prueba.

Unos jóvenes alquilaron una casa en Bello Horizonte, para ser utilizada por pocas personas, según acordaron con su propietaria.

No obstante, la dueña del inmueble tomó conocimiento luego sobre movimientos inusuales en su propiedad, y alertó a la Policía.

Efectivos policiales concurrieron a la vivienda y constataron que unas 200 personas estaban dentro bailando.

De la investigación surge que los jóvenes habían convocado por redes sociales a la fiesta clandestina, habiendo cobrado las entradas.

Los organizadores del evento fueron detenidos y declararon el pasado lunes ante la Fiscalía. Como se mencionó, el principal responsable resultó formalizado y condenado por la Justicia a 12 meses de prisión como "autor penalmente responsable de dos delitos de desacato en régimen de reiteración real", pena que fue sustituida por libertad a prueba.

El joven deberá residir en un lugar específico bajo la orientación y vigilancia de la Oficina de Supervisión de Libertad Vigilada (OSLA), concurriendo una vez a la semana a la seccional policial de su domicilio, y además prestar servicio comunitario de dos horas semanales durante un mes.