Era aproximadamente las 18:55 del pasado lunes 25, cuando Cristina se aprontaba para cerrar el portón de su almacén, ya que desde hace varios meses atiende a sus clientes de El Obelisco tomando esa precaución. Se estaba despidiendo de su hijo y de su nieta, mientras aún había algunos clientes dentro del establecimiento.

Tras despedirse de sus familiares, fue sorprendida por un grupo de personas que ingresaron encapuchadas, armadas y con mucha violencia.

“Bajaron de una camioneta (de color negro, VW modelo Amarok según vecinos) y enseguida comenzaron a insultar y golpear. Amenazaron a clientes y en todo momento con agresividad. Fue horrible, eran totalmente violentos. Me pegaron tres culatazos en la cabeza y lo único que decían era que les diera el dinero y si no me mataban a mí y a mi familia. Incluso, uno de ellos me llegó a martillar el arma en la cabeza”, explicó Cristina.

“Fueron directo a la caja y tomaron lo que allí había. Otro me llevó al fondo pidiéndome más dinero. Les di todo lo que tenía y seguían pidiendo más. Uno de los chiquilines que estaba afuera vio lo que ocurría y enseguida llamó a Adrián, que es policía y vive enfrente al comercio”.

Al ser avisado de lo que estaba ocurriendo, inmediatamente sale hacia el comercio para evitar la rapiña. “Él ve a tres delincuentes y allí es que intenta detenerlos. Pero no se dio cuenta del otro que salía desde el fondo del almacén”, dijo Cristina.

La almacenera del barrio El Obelisco acotó que “este delincuente lo sorprendió por la espalda y empezó a tirarle. Parecía que estaba ensañado con Adrian porque era policía. Fue horrible, él solo estaba cumpliendo con su deber, porque es un excelente vecino y policía. No puedo creer que le esté pasando esto”.

“Luego del tiroteo salieron disparando en la camioneta, casi atropellan gente. Así no podemos seguir. Ahora la vida de una persona buena está en peligro, mientras que estos malandros siguen libres. Es hora de que cambien las leyes, así no podemos seguir. Esto que pasó es horrible, fue el peor día en toda mi vida. Hirieron a una persona que salió en nuestra defensa, pero pudo también herir a mi nieta, mi hijo o matarnos a todos”, concluyó Cristina.