Este fenómeno, que se espera comience a manifestarse a mediados de este año, trae consigo un conjunto de preocupaciones para Uruguay.
El Niño, que ha estado presente desde junio del año pasado, ha generado estragos en la región, incluyendo inundaciones en Brasil y Uruguay. Sin embargo, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), este fenómeno está llegando a su fin, marcando el inicio de una "fase de neutralidad" antes de la llegada de La Niña.
La Niña, por su parte, se caracteriza por la falta de precipitaciones y temperaturas por debajo de lo normal. Durante su última manifestación entre 2020 y 2023, provocó sequías en el sur de Brasil y una crisis hídrica en Uruguay, Argentina y Paraguay.
MetSul señala que en Uruguay, La Niña impulsará la escasez de lluvias y la llegada de masas de aire frío. Sin embargo, en verano, este fenómeno puede provocar olas de calor y temperaturas por encima de lo habitual. El año pasado, Uruguay experimentó una grave sequía que llevó a la declaración de emergencia hídrica.