La decisión de la Intendencia de Canelones de demoler un antiguo monumento en la Plaza de los Fundadores ha desatado un intenso debate entre residentes y autoridades.
Durante una audiencia, los vecinos expresaron su descontento, señalando que la nueva obra prevista por la Intendencia, tras la demolición de la emblemática fuente del balneario, tiene connotaciones políticas, comparándola con "una hoz y un martillo" del Partido Comunista.
Los representantes de la Intendencia defendieron la demolición, alegando que el monumento estaba deteriorado y que la plaza era poco visitada, además de afirmar que la nueva propuesta no vinculaba ideologías. El secretario general de Canelones, Francisco Legnani, y otros jerarcas participaron en la reunión con unos 30 vecinos, muchos en contra de la remodelación.
La directora de Gestión Territorial, María Eugenia González, aclaró que la decisión fue precedida por un proceso de licitación y que la propuesta fue comunicada a la comunidad por al menos dos años. Destacó que el nuevo diseño honrará a los fundadores de Atlántida e incluirá tecnología moderna, como cartelería con códigos QR sobre la historia local.
A pesar de estas justificaciones, muchos vecinos se mostraron afligidos y molestos por la demolición de lo que consideran un patrimonio local. Algunos cuestionaron la necesidad de destruir la fuente y sugirieron que se podían haber presentado alternativas menos drásticas.
El alcalde González propuso considerar nuevos diseños arquitectónicos, pero algunos vecinos rechazaron la idea, argumentando que la falta de difusión limitó la participación comunitaria.