Luego de atropellar al motociclista, el conductor de la camioneta abandonó el sitio sin ofrecer ayuda.
Sin embargo, pocos minutos después regresó y se entregó a la Policía, donde se le realizó una prueba de espirometría.
Los resultados mostraron que tenía un nivel de alcohol en sangre de 0,96 gramos, lo que evidencia su estado de embriaguez durante el momento del siniestro.