En Canelones se llevó a cabo una jornada sobre edadismo organizada por el grupo Tiempo Nuestro de la Primera Asociación de Jubilados y Pensionistas de Canelones (AJUPENCA), con el respaldo de la Intendencia de Canelones.

Durante la actividad, la senadora Blanca Rodríguez abordó los desafíos que enfrentan los adultos mayores en la sociedad. “Hay que generar un estilo de sociedad en la que lo único importante no sea la apariencia juvenil, porque los años se tienen igual”, señaló.

Rodríguez realizó un discurso centrado en la participación activa de las personas mayores y en la necesidad de que sean tenidas en cuenta, especialmente las mujeres dentro de esta franja etaria. La senadora recordó que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el edadismo ocupa el tercer lugar en causas de discriminación, después del sexismo y el racismo.

Durante su exposición, Rodríguez destacó los aspectos positivos del envejecimiento: “Hay investigaciones que arrojan que hay muchos aspectos positivos de envejecer. Algunos se sienten más alegres a partir de los 50 años, otros aprenden a poner mejor los límites a partir de los 80”. Recordó también una reciente entrevista con la escritora Isabel Allende, quien le manifestó sentirse “más feliz y libre que nunca” a los 84 años.

La senadora añadió que “no se puede ver el envejecer como una maldición y el culto a la juventud tampoco les hace bien a los jóvenes”. Subrayó la importancia de que los adultos construyan proyectos de vida activos, con actividades, vínculos y motivaciones, y remarcó que estas oportunidades deben buscarse activamente, “porque no llegan solas”. Concluyó enfatizando que cada etapa de la vida ofrece aspectos positivos.

Por su parte, Mabel Curbelo, referente del grupo Tiempo Nuestro, explicó que desde hace dos años la organización trabaja en la difusión y defensa de los derechos de los mayores. Señaló que “lo más difícil es ser consciente de nuestras limitaciones y la parte emocional, es importante no quedarnos solos”. Añadió que estas instancias permiten integrarse a la comunidad y generar conciencia sobre las posibilidades de los adultos mayores. Curbelo expresó su deseo de que, en el futuro, la experiencia de vida de este grupo pueda ser reconocida como un valor para las nuevas generaciones.