Mejor jugador de la Copa de Brasil, elegido en el equipo ideal de la Copa Libertadores de América y autor del tanto que selló la clasificación de Uruguay al Mundial de Catar-2022. Pese a esos pergaminos, Giorgian De Arrascaeta no termina de asentarse como titular en la Celeste.
El 'Cocho', que deslumbra en el poderoso Flamengo, con el que ganó la Libertadores en 2019, y en el que cumple la función del 10 clásico, encargado de asistir a los delanteros Gabigol y Pedro, aunque en ocasiones se transforma en un tercer delantero.
Esa función le calza de maravillas a De Arrascaeta, nacido hace 28 años en Nuevo Berlín, en el departamento (provincia) de Rio Negro, oeste de Uruguay, y por ello es destacado una y otra vez nada menos que en Brasil, el país que ha hecho desde hace setenta años de la camisa 10 un culto.
"Es un gran jugador e incluso diría que fácilmente podría jugar en la selección brasileña si hubiera nacido en nuestro país, porque hoy en día no hay muchos jugadores en el mundo con sus características", expresó hace un tiempo con admiración Rivaldo, que sobre la función de 10 sabía y mucho.
Marca la diferencia
Según el exjugador del Barcelona, campeón mundial con Brasil en Corea del Sur y Japón-2022, "De Arrascaeta está jugando muy bien en una posición donde hay pocos jugadores hoy en día. Marca la diferencia con sus pases y goles, sorprendiendo muchas veces al rival por la extrema calidad que tiene".
Sin embargo, el 'Cocho' no ha logrado tener en la Celeste la continuidad que por condiciones se merece.
Surgido en el Defensor Sporting, donde debutó en la primera división charrúa con 18 años en 2012, apareció por primera vez en las selecciones uruguayas en la Sub-20 que llegó a la final del Mundial de 2013, celebrado en Turquía y donde Uruguay perdió la final en penales contra la Francia liderada por Paul Pogba, Balón de Oro del torneo.
A principios de 2015 se marchó al Cruzeiro y comenzó su periplo en el fútbol brasileño, ya que militó en el equipo de Belo Horizonte hasta 2018 y de ahí pasó al Fla, donde es ídolo de la 'torcida mais grande do mundo' (más de 40 millones de hinchas en Brasil).
"Pasa más por mi estilo de juego, que se adapta al que se juega en Brasil, ya tengo mucho tiempo ahí y me siento como en casa", dice De Arrascaeta sobre la idolatría que recibe en el gigante sudamericano.
Meses antes de marcharse a Brasil, en setiembre de 2014, el 'Maestro' Oscar Tabárez lo citó por primera vez para defender a la Celeste.
Fue en un amistoso contra Corea del Sur, precisamente el primer rival de Uruguay el jueves en el Grupo H del Mundial de Catar-2022.
Ocho años internacional
Desde entonces lleva 40 partidos con la selección charrúa, dos de ellos en el Mundial de Rusia-2018, las victorias de primera ronda contra Egipto (1-0) y Rusia (3-0), once de eliminatorias, ocho de Copa América y los 19 restantes amistosos.
Pese a que Tabárez tendía a colocarlo generalmente como extremo por izquierda, donde su falta de velocidad e ida y vuelta lo condenaban y lo alejaban del área rival, De Arrascaeta igualmente tiene 8 goles marcados con la Celeste, cuatro de ellos en el clasificatorio sudamericano para Catar-2022.
Pero desde la llegada de Diego Alonso en reemplazo de Tabárez en enero de este año en la Celeste, De Arrascaeta parece sentirse más cómodo.
Con el nuevo entrenador, dice de Arrascaeta, la selección y el Fla tienen "formas de jugar casi iguales ya que se presiona mucho y se intenta tener la pelota, aunque en la selección tal vez se presiona más que en Flamengo".
Y tanto es así que en las cuatro fechas finales del premundial, en las que Alonso tomó a Uruguay en el séptimo lugar -fuera de zona de clasificación- y logró cuatro victorias que la llevaron a lograr su lugar en Catar con una fecha de antelación, el 'Cocho' se pareció al 10 que semana a semana enamora al Maracaná.
También terminó por convencer definitivamente al público uruguayo cuando anotó el tanto de la victoria 1-0 ante Perú en marzo en el Estadio Centenario de Montevideo que significó la clasificación de Uruguay a Catar-2022.
Ahora, dice, tiene "un sueño y a la vez un objetivo que nos pusimos con los compañeros y con el cuerpo técnico, pelear (por el título mundial) y la intención es esa, hacer un gran papel".
Para ello, Diego Alonso y Uruguay esperan por el 10 que enamora a Rio de Janeiro.
Doha, Catar | AFP | por Mauricio Arbilla