Con el calor de la ciudad de Barranquilla en contra, la selección de Uruguay que dirige Marcelo Bielsa rescató a última hora un empate 2-2 ante Colombia este jueves, por la tercera fecha del premundial sudamericano.

El estelar James Rodríguez se reconcilió con la hinchada cafetera tras varios meses de discretas actuaciones en sus clubes y abrió el marcador al minuto 36.

La selección uruguaya igualó cuando recién iniciaba el segundo tiempo (47) con un cabezazo de Mathías Olivera, pero Matheus Uribe (52) se encargó de devolverle la ventaja a los locales bajo el sol y la sensación térmica de 36 grados centígrados.

Cerca del final del partido (90+1) en el estadio Metropolitano, la Celeste igualó con un gol de penal de Darwin Núñez y evitó caer por segunda vez consecutiva en el camino al Mundial de Norteamérica-2026, resultados que podrían haber puesto en aprietos al 'Loco'.

El seleccionado colombiano, que dirige el argentino Néstor Lorenzo, se perdió la oportunidad de dar un golpe sobre la mesa y tomar ventaja ante un rival directo en sus aspiraciones de ir al Mundial.

"Tenemos que aprender de todo esto (...) Hay que levantarse mañana, entrenar fuerte y ya pensar" en el futuro, lamentó James luego del duelo.

Más positivo, Bielsa aseguró que fue "un empate justo". "El partido fue parejo", recalcó.

Reconciliación

Los uruguayos siguieron al inicio del partido las instrucciones de Bielsa, que en la previa avisó que su equipo intentaría imponer condiciones y no ceder la pelota al rival, un error perjudicial que le valió una derrota ante Ecuador en Quito.

Los centrales se ubicaron cerca de la mitad cancha y se valieron de una debilidad de Colombia: la ausencia por lesión de tres inicialistas de la línea defensiva y uno del medio campo, por lo que reinaba la desconfianza.

Pero el portero Camilo Vargas se encargó de dar seguridad a sus compañeros con dos atajadas cruciales. En el minuto 35 el lateral derecho Santiago Arias, que había pedido la titularidad de Colombia desde 2020, recordó sus viejos tiempo con la camiseta amarilla y tiró un centro que encontró a James en el área.

El goleador del Mundial-2014 controló con la pierna derecha y se acomodó para fusilar con la zurda. En la celebración del gol corrió hacia la hinchada y estiró los brazos hacia los lados como gesto de grandeza.

La grada lo ovacionó como no lo hacía desde hace años. Desde 2019 el '10' va de club en club (actualmente está en el Sao Paulo) y en la selección se perdió varias convocatorias o tuvo que ser suplente.

Última gota

En el entretiempo el 'Loco' Bielsa metió la mano y volvió a hacer de las suyas. Apenas al salir de nuevo al campo realizó dos cambios, uno de ellos para darle salida al lateral izquierdo Joaquín Piquerez e ingresó a Mathías Olivera.

Instantes después (minuto 47) Olivera cabeceó solo tras un tiro de esquina e igualó el partido. Con el tanto se derrumbó la valla invicta de Colombia en eliminatoria y sobrevolaron de nuevo los fantasmas en la zaga.

Sin embargo, el extremo del Liverpool Luis Díaz no quiso quedar relegado del protagonismo de James y fue el artífice de una recuperación en campo rival que terminó en un gol de Matheus Uribe.

Antes de que el balón le llegara al volante pegó en una mano de James, pero el árbitro concedió el gol.

¿Una mano de Dios? La decisión del juez disimuló los dos tiros al palo que luego tuvo Colombia y con los que pudo haber seguido de largo, antes de que la defensa se desconcentrara una vez más.

Maxi Araújo, otro movimiento de Bielsa desde el banco, corrió solo hacia el arco. Vargas lo tumbó y se llevó la tarjeta roja. Con la última gota de sudor Darwin Núñez selló el empate.

"Fue un buen punto", reaccionó luego del partido el delantero del Liverpool, que aseguró no sentir "presión" por tener que reemplazar a los históricos Luis Suárez y Edinson Cavani, ausentes de la convocatoria.

La selección colombiana ahora enfrentará ante Ecuador en Quito, la segunda batalla de una de las doble fechas de la eliminatoria más exigentes del calendario. Uruguay por su parte deberá buscar los tres puntos ante Brasil en Montevideo.

Barranquilla, Colombia | AFP |