El jugador se encuentra en estado grave en el Hospital Albert Einstein de São Paulo, tras sufrir una arritmia durante un partido de la Copa Libertadores.
Desde el 22 de agosto de 2024, permanece en la Unidad de Terapia Intensiva, bajo ventilación mecánica y con un cuadro neurológico crítico.
Los informes recientes indican una "progresión del compromiso cerebral y un aumento de la presión intracraneal", lo que ha levantado alarmas en torno a su estado.
A su lado, están sus padres, esposa e hija, junto a un grupo de apoyo del club Nacional, que incluye a su presidente y otros dirigentes.
La seriedad del caso también ha llevado a que se suspenda la segunda fecha del Torneo Clausura, reflejando la preocupación general en la comunidad futbolística por la salud del defensor.
Las reacciones de solidaridad han llegado desde Brasil y otros países, evidenciando el impacto que su situación ha tenido en el mundo del deporte.