Bruselas, Bélgica | AFP | por Toni Cerdá
Pasado el Carnaval, la negociación para lograr un acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) se trasladará a partir del 19 de febrero a Asunción para intentar solventar las "diferencias restantes" luego de dos décadas de discusiones.
"Avanzamos bastante (...), pero todavía queda trabajo por hacer para un resultado positivo", indicó este viernes en rueda de prensa el vocero de la Comisión Europea, Daniel Rosario, dando cuenta de la última ronda de negociaciones en Bruselas.
Tras no lograr un acuerdo político en Buenos Aires en diciembre, los cancilleres de Paraguay, Uruguay, Argentina y Brasil se reunieron la semana pasada con los comisarios europeos de Comercio y Agricultura para intentar desbloquear la negociación.
Durante el encuentro, que dio paso a 10 días de discusiones, los europeos indicaron su disposición a mejorar su oferta comercial, como la de carne bovina hasta las 99.000 toneladas frente a las 70.000 actualmente sobre la mesa, según varias fuentes.
Este ofrecimiento, que todavía debe plasmarse en una oferta formal, supuso la solución a un "escollo importante", en palabras de una fuente diplomática sudamericana, máxime cuando el Mercosur esperaba la mejora durante los encuentros en Argentina.
"En Asunción, esperamos aclaraciones sobre la oferta", indicó a la AFP esta fuente, para quien, "si las negociaciones van por buen camino", podría haber un anuncio de un principio de acuerdo en la capital paraguaya el 2 de marzo.
Carne por carros
Las exportaciones de productos agrícolas, sobre todo de carne de res y de etanol, a un bloque europeo de 500 millones de habitantes son cruciales para el Mercosur, pero representan a su vez un asunto delicado en Europa, especialmente en Francia.
En Buenos Aires, "reactivamos una coalición de once países [de la UE] que desean el firme respeto de un cierto número de sensibilidades agrícolas", indicó recientemente el secretario de Estado de Asuntos Exteriores galo, Jean-Baptiste Lemoyne.
Pero como indica una fuente diplomática europea, la "hipotética" mejora de la oferta agrícola de la UE a los países sudamericanos depende de lo que estos ponen sobre la mesa a cambio. "Mercosur todavía no ha respondido" a la propuesta, agregó.
A cambio de aumentar su oferta, los europeos pidieron nuevas concesiones al bloque sudamericano, especialmente en productos lácteos, en la protección de indicaciones geográficas europeas, en el sector automotriz o en servicios marítimos.
Estos puntos forman parte de las "cuestiones pendientes" para los europeos, reconoció una fuente de la Comisión Europea, quien dijo esperar "salvar las diferencias restantes" durante las próximas negociaciones en la capital paraguaya.
Para una fuente del Mercosur cercana a las negociaciones, la última ronda de negociaciones en Bruselas sirvió para que ambas partes tengan "una comprensión clara sobre lo que se puede esperar que se incluya en el acuerdo y lo que no".
'80%' de indicaciones
Sobre las indicaciones geográficas de productos que la UE quiere proteger, como quesos y vinos, los negociadores repasaron los resultados de una consulta realizada en el Mercosur sobre qué nombres serán más o menos problemáticos de reconocer, según esta fuente.
El bloque latinoamericano puede "reconocer el 80% de las indicaciones geográficas" propuestas por la UE, dijo la fuente diplomática sudamericana, subrayando que el conflicto se centra en aquellos nombres que se convirtieron en comunes para identificar un producto, como podría ser el queso parmesano.
Las fuentes consultadas reiteraron el compromiso de ambas partes en lograr un acuerdo en las próximas semanas y evitar un eventual parón que pudiera producirse por las elecciones en Brasil en octubre, antes de las europeas previstas en mayo de 2019.
"El acuerdo va a salir porque hay una voluntad política de ambas partes", dijo la fuente latinoamericana, para quien ambas partes deben aprovechar la ventana de oportunidad actual, más allá de las próximas citas electorales.
Ambos bloques buscan desde 1999 cerrar un Acuerdo de Asociación, que también incluye capítulos políticos y de cooperación. La llegada del proteccionista Donald Trump a la Casa Blanca supuso un impulso para los negociadores, que intentaron en vano cerrar un acuerdo político para finales de 2017.
En 2016, las exportaciones europeas de bienes al bloque sudamericano se elevaron a unos 41.500 millones de euros, ligeramente superior a las importaciones desde los países del Mercosur (40.600 millones de euros), según cifras de la Comisión Europea.
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