En la zona de llegadas del aeropuerto de Ereván, en Armenia, Serguéi aparece demacrado y agotado tras huir de Rusia con su hijo por miedo a ser enviado al frente en Ucrania. Igual que algunos de sus compatriotas "no quiere morir" en la guerra.
Este hombre de 44 años, que prefiere no dar su apellido, es uno de las decenas de miles de rusos que han abandonado su país desde la invasión de Ucrania, un fenómeno que parece haber aumentado desde que el presidente Vladimir Putin anunció el miércoles la movilización parcial de los reservistas.
Las autoridades dijeron que llamarían a 300.000 reservistas, pero muchos rusos temen una movilización mucho mayor.
"La situación en Rusia me hizo decidir irme. Sí, salimos de Rusia a causa de la movilización", dijo Serguéi a AFP.
Su hijo Nikolai, de 17 años, está de acuerdo: "Decidimos no esperar a que nos llamaran al ejército. Nos fuimos".
Aunque asegura no sentir pánico, insiste en la "incertidumbre" que reina y habla de su "tristeza" por los acontecimientos.
Un sentimiento compartido por otros rusos que llegaron en el mismo vuelo a Armenia, un país del Cáucaso donde pueden permanecer hasta 180 días sin necesidad de visado.
"No es bueno ir a la guerra en el siglo XXI, por no decir otra cosa", dice Alexéi, de 39 años.
No sabe si podrá volver a Rusia algún día. "Todo dependerá de la situación", dice.
Otro ruso, que no quiso dar su nombre "por razones de seguridad", dijo que estaba "sorprendido" cuando se anunció la movilización.
En Rusia, "casi nadie apoya esta guerra", asegura. "Es tan doloroso, que solo quiero que termine".
Desde la orden de movilización de Vladimir Putin, la mayoría de los que llegan a Ereván son hombres en edad de combatir.
Muchos de ellos parecían asustados y reacios a contar los motivos por los que habían dejado todo atrás.
El miércoles, más de 1.300 personas fueron detenidas en toda Rusia en las protestas contra la movilización, según la oenegé especializada OVD-Info.
"Tengo miedo"
Dmitri, de 45 años, huyó a Armenia con solo una maleta, dejando atrás a su mujer y sus dos hijos, sin "ninguna idea" de lo que haría allí.
"No quiero ir a la guerra. No quiero morir en esta guerra sin sentido. Es una guerra fratricida", asegura.
Según Google Trends, una herramienta que rastrea las tendencias de búsqueda en Google, la frecuencia de consultas como "salir de Rusia" se multiplicó casi por 100 tras el anuncio de la movilización el miércoles.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo el jueves que las informaciones sobre un éxodo de rusos eran "muy exageradas".
Pero los vuelos desde Rusia, muy limitados y caros desde las sanciones occidentales a Moscú tras la invasión de Ucrania, iban casi llenos para casi todos los destinos aún disponibles.
Y en las redes sociales, muchos temen que pronto se cierren las fronteras, lo que privaría a los rusos de salir, incluso por tierra.
Un gestor de proyectos moscovita de 23 años declaró a AFP bajo condición de anonimato que reservó un vuelo a toda prisa tras el anuncio de la movilización, aunque en un principio tenía previsto salir de Rusia en octubre.
"Tengo miedo de la movilización. Soy uno de los que podrían ser llamados a filas", afirma.
Entre sus amigos, "algunos fueron a las manifestaciones [contra la movilización], porque no tienen nada que perder. Otros están examinando las leyes y consultando a los abogados para ver si corren el riesgo de ser llamados", dice.
Según la última cifra del servicio de inmigración armenio en junio, casi 40.000 rusos han llegado al país desde que comenzó la invasión de Ucrania.
En la vecina Georgia han llegado 50.000 rusos en el mismo periodo, según las cifras oficiales.
Ereván, Armenia | AFP | por Mariam Harutyunyan