Monday, 23 December 2024

Después de haber obtenido artillería y tanques occidentales, Ucrania reclama ahora aviones frente a la agresión de Rusia, una demanda que Estados Unidos rechaza por el momento pero que algunos países europeos ya no descartan.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, rechazó categóricamente el lunes la idea de enviar a Ucrania cazas F-16 estadounidenses fabricados por Lockheed Martin, capaces de realizar ataques de largo alcance, una decisión que algunos temen que aumente las tensiones con Moscú.

Pero su posición podría cambiar teniendo en cuenta lo que pasó en los últimos meses.

Los aliados fueron al principio reticentes a suministrar armas a Ucrania, por temor a una escalada. Pero Washington acabó prometiendo a Kiev su sistema de defensa antiaérea Patriot y más recientemente tanques pesados, al igual que varios países europeos.

Según Olivier Schmitt, profesor de Ciencias Políticas del Center for War Studies (SDU) de Dinamarca, la entrega de aviones de combate tampoco contribuiría a una posible escalada.

"La entrega de tanques pesados a Ucrania no cambia en sí misma la dinámica estratégica del conflicto: sigue dándole los medios para resistir la agresión rusa", escribe en la revista Le Grand Continent.

Del mismo modo "la entrega de cazas F-16, que permitirían a Kiev llevar a cabo una campaña aeroterrestre aún más eficaz, tampoco constituiría una ruptura simbólica que caracterice una escalada, ya que este tipo de combate aeroterrestre es típico de las operaciones militares modernas".

Mientras tanto sigue el debate sobre el suministro de aviones de combate a Ucrania.

Al igual que Estados Unidos, Alemania descarta por el momento la entrega de aviones.

Y Polonia dijo el martes que no mantiene "ninguna conversación oficial" sobre la transferencia de algunos de sus F-16 a Ucrania.

El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró por su parte que "nada está descartado" sobre este tipo de transferencias pero que los ucranianos no hicieron de momento esa petición a París.

Al contrario, otros sí dicen estar dispuestos a entregar aviones, como Eslovaquia, que tiene Mig-29 soviéticos, y los Países Bajos, que han empezado a sustituir su flota de F-16 por F-35.

Un caza "versátil"

Al igual que el carro pesado alemán Leopard, "el F-16 es uno de los cazas más producidos en el mundo, por lo que hay muchos, y muchos países europeos los tienen", afirma Olivier Fourt, periodista especializado en aeronáutica militar.

"Es un excelente caza, muy versátil. En teoría incluye todo el armamento aire-tierra y aire-aire estadounidense y de la OTAN", asegura, aunque advierte que "en Estados Unidos las normas de reexportación son muy estrictas".

Según los expertos, los cazas occidentales permitirían atacar a las tropas rusas y disuadir a los rusos de bombardear centros urbanos e infraestructuras energéticas.

Pero por si solos no serían una solución milagrosa al conflicto.

"Los cazas occidentales aumentarían sin duda la capacidad de supervivencia y el rendimiento aire-aire de las fuerzas ucranianas contra los rusos. Sin embargo, seguirían expuestos a las defensas antiaéreas rusas, lo que limitaría sus opciones de ataque terrestre", apunta Justin Bronk, experto militar del centro de investigación británico RUSI.

Por último, está la cuestión de los pilotos, explica a AFP el general francés retirado Jean-Paul Palomeros, que formó parte del llamado Mando Aliado de Transformación de la OTAN.

"Sería necesario encontrar pilotos ucranianos a los que entrenar. Pero, ¿cuántos de ellos están operativos hoy en día?", se pregunta el antiguo alto oficial.

En un año el ejército ucraniano ha perdido unos cincuenta cazas soviéticos.

"Se necesitan al menos tres meses para formar a un piloto ya cualificado en un avión de combate moderno. Una fuerza aérea no se construye de la noche a la mañana", afirmó el general.

París, Francia | AFP | por Daphné Benoit

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