La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, que afecta principalmente los pulmones y se transmite por el aire.
Aunque aproximadamente una cuarta parte de la población mundial está infectada, solo entre el 5% y el 10% desarrollan la enfermedad, que es curable con antibióticos.
La prevención incluye la vacuna BCG para niños, que previene las formas graves de TB. Las personas con VIH, diabetes, malnutrición o adicciones tienen mayor riesgo. Los síntomas comunes incluyen tos persistente, fiebre y pérdida de peso, aunque la TB también puede afectar otros órganos.
Para reducir el contagio, se recomienda atención médica inmediata ante síntomas sospechosos y pruebas en grupos de riesgo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) prioriza el diagnóstico temprano mediante pruebas rápidas y precisas, como Xpert MTB/RIF Ultra, y recomienda completar el tratamiento con antibióticos, que suele durar de 4 a 6 meses. Abandonar el tratamiento aumenta el riesgo de resistencia a los medicamentos.
La tuberculosis multirresistente (TB-MR) es una crisis de salud pública. Surge por un tratamiento incorrecto o incompleto, y se trata con medicamentos más costosos y tóxicos. La OMS sugiere un régimen de seis meses con combinaciones de fármacos más efectivos, lo cual reduce el tiempo y la carga del tratamiento.
El VIH y la tuberculosis son una combinación mortal. Las personas con VIH tienen 16 veces más probabilidades de enfermarse de TB. En 2023, unas 161,000 personas murieron de TB asociada al VIH, especialmente en África, donde solo el 56% de los pacientes con ambas enfermedades recibe tratamiento antirretroviral.
En 2023, el 87% de los casos de TB ocurrieron en 30 países de alta carga, con más prevalencia en Asia y África. La OMS busca reducir los costos catastróficos del tratamiento para los afectados. En 2023, se necesitaron 22,000 millones de dólares para combatir la TB; sin embargo, la inversión sigue siendo insuficiente, especialmente en investigación e innovación.
En resumen, la TB es prevenible y curable, pero requiere diagnóstico temprano, tratamiento adecuado y una mayor inversión global para alcanzar las metas de erradicación.