Este viernes, Nicolás Maduro asumió su tercer mandato presidencial en una ceremonia que ha generado un intenso debate en la comunidad internacional.
La investidura se produce en un contexto de fuerte oposición, después de que se denunciara un arresto de María Corina Machado, líder opositora, durante una manifestación reciente. La situación política se complica aún más con el anuncio de que Edmundo González Urrutia, candidato opositor, es reconocido como el verdadero ganador de las elecciones por varios actores internacionales.
El acto de juramentación, que tuvo lugar en un ambiente de alta tensión, se realizó bajo la sombra de una militarización total de Caracas. Maduro, aclamado por sus seguidores, hizo un llamado a la movilización popular, instando a millones a salir a las calles. Sin embargo, la comunidad internacional ha rechazado la legitimidad de su mandato, con Estados Unidos y la Unión Europea entre los críticos más vocales, aludiendo a un "gobierno de facto".
María Corina Machado, tras ser liberada, indicó que su integridad era crucial para la lucha contra el régimen, afirmando que "hoy Maduro consumó un golpe de Estado. Viola la constitución flanqueado por los dictadores de Cuba y Nicaragua". En un mensaje grabado, instó a González a no viajar a Venezuela, argumentando que su seguridad es primordial en este momento crítico.
El gobierno uruguayo también se sumó a las condenas, enfatizando que el 10 de enero debía marcar el inicio de una transición democrática en Venezuela. Mientras tanto, la Fuerza Armada juró lealtad a Maduro, reflejando la polarización de la situación política en el país.
Con la frontera venezolana cerrada y la presión internacional en aumento, la estabilidad de la nación sudamericana sigue en juego, dejando a la población en un estado de incertidumbre y temor ante el futuro.