Mar del Plata, Argentina | AFP | por Liliana Samuel
El presidente argentino Mauricio Macri reclamó este viernes una investigación "profunda" sobre la explosión del submarino "ARA San Juan", al que se busca desde hace nueve días en el Atlántico sur, sin esperanzas de hallar con vida a sus 44 tripulantes.
"Vamos a continuar con la búsqueda, especialmente ahora que contamos con todo el apoyo de la comunidad internacional y avances tecnológicos. Esto va a requerir una investigación seria, profunda, que arroje certezas de lo que ha sucedido", dijo el mandatario en un breve mensaje desde la sede de la Armada (marina de guerra).
El "ARA San Juan" se comunicó por última vez el 15 de noviembre cuando navegaba desde Ushuaia (extremo austral) a su base en Mar del Plata, a 400 km al sur de Buenos Aires.
El último parte oficial de la Armada reveló este viernes la existencia de un miembro de la tripulación original que descendió del sumergible y fue reemplazado por otro, quedando milagrosamente a salvo de la tragedia.
"Los tripulantes siempre fueron 44. En Ushuaia se desembarcó a un teniente que tenía que hacer una comisión en Perú de dos semanas y fue reemplazado por otro oficial de la misma especializacion, Comunicaciones", precisó Enrique Balbi, portavoz de la Armada.
Balbi afirmó que el domingo arribará un buque ruso con capacidad de búsqueda a 6.000 metros de profundidad. "Sólo de detección, no de rescate", precisó.
De todas maneras indicó que la Armada "no descartó ninguna hipótesis" y que "la búsqueda y rescate no tiene plazos" de término.
Investigación
Una organización antinuclear detectó una explosión en la zona de su navegación el miércoles 15 de noviembre, el mismo día en que el submarino tuvo un último contacto con su base. Un extenso operativo con barcos y aviones de 14 países lo busca en las profundidades.
Macri advirtió que "hasta que no tengamos la información completa, no tenemos que aventurarnos a buscar culpables. Primero hay que tener certidumbre de qué paso y por qué pasó".
"La investigación significa entender que un submarino que se había llevado a reparación de media vida (entre 2008 y 2014) y estaba en perfectas condiciones para navegar, sufrió aparentemente esta explosión", dijo el jefe de Estado.
Balbi rehusó efectuar autocríticas. "No hay ninguna. No hubo ninguno tipo de falla en los plazos ni en la comunicación" por parte de la Armada, dijo.
"No somos infalibles, podemos cometer errores. La Armada no va a dudar de pedir disculpas a los familiares", si fuera el caso, dijo.
La jueza Marta Yáñez había iniciado ya investigaciones preliminares. Aclaró que "el submarino no tiene caja negra, la caja negra es todo el submarino" para saber qué sucedió con la nave. Por lo tanto invitó a esperar a que sea hallada. "El objetivo es investigar las causas de la explosión", dijo Yáñez.
En el área de búsqueda operan equipos de rastrillaje enviados por Estados Unidos, que también trasladó hasta Argentina modernas cápsulas de inmersión no tripuladas para tareas de evacuación.
Tristeza y furia
"Tenemos que encontrar al submarino en el fondo del mar. La zona es grande, el medio es hostil y es muy difícil la búsqueda", explicó Balbi.
Sistemas de detección hidro-acústica captaron que hubo hace nueve días una explosión justo en la ruta que debía seguir el submarino. La noticia hizo cundir entre los parientes la sensación de que la nave ya es una tumba en el mar.
"Le quiero decir al almirante (Marcelo Srur, el jefe naval argentino), al que manda, que no está en condiciones de tener una fuerza a su cargo, que se vaya, y al presidente (Mauricio Macri) que ponga orden", dijo a la prensa María Rosa Belcastro, familiar de un tripulante, en Mar del Plata, a cuya base naval el sumergible debió haber arribado el lunes.
Padres, madres, hijos y hermanos protagonizaron el jueves fugaces incidentes en la base naval de Mar del Plata.
Al enterarse de la explosión detectada el miércoles 15, último día en que la nave se comunicó con tierra, algunos se abalanzaron enfurecidos sobre responsables navales y otros lloraban desconsolados.
Jessica Gopar, madre de un niño de un año y esposa del submarinista Fernando Santilli, dijo: "Me acabo de enterar de que soy viuda".
Brenda Salva, amiga del tripulante Damián Tagliapietra, relató al canal Telefé que el director de la Escuela de Submarinos en Mar del Plata, capitán de fragata Fernando César Rossi, le dijo que "están todos muertos", tras el anuncio oficial de la explosión.
"Me voy muy triste, esperando a mi hijo, verlo volver en la playa. Nunca más vuelvo a la base, nos mintieron", indicó desconsolada Maria Rosa Belcastro, madre del teniente de navío Fernando Villarreal, de 38 años.
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