Hoteleros, operadores inmobiliarios y economistas coinciden: el nuevo "dólar turista" argentino es un "mazazo" para Uruguay, que recibe más del 60% de sus visitantes del país vecino.
Cuando el sector turístico no terminaba de recuperarse de una mala temporada 2018, la decisión del gobierno de Alberto Fernández de promover un impuesto de 30% a la compra de dólares disparó todas las alarmas.
Los privados se preocupan, el gobierno asegura que hay poco margen de maniobra, y las expectativas para la incipiente temporada veraniega son sombrías.
Argentinodependencia
En Punta del Este, un balneario famoso por sus playas oceánicas y visitantes ilustres ubicado unos 140 km al este de Montevideo, casi el 80% del turismo proviene de Argentina, explica a la AFP Héctor Araújo, principal asesor del Centro de Hoteles.
En el verano de 2019 la temporada fue "horrible", explicó Araújo. Y en 2020 muchos turistas que suelen alojarse en "hoteles artesanales que trabajan con la clase media argentina" van a tener enormes dificultades. "Esa gente ya con los problemas (económicos) argentinos estaba complicada (y) con este mazazo (golpe)... evidentemente va a ser imposible" para ellos veranear en Uruguay, señaló.
"El sector hotelero de clase media va a ser sumamente castigado, lo mismo la parte gastronómica", enfatizó.
Es que a la enorme diferencia de precios entre una y otra ribera del río de la Plata -por efecto de la mayor depreciación del peso argentino con relación al dólar-, se suma ahora un impuesto que encarece aún más cualquier movimiento para los viajeros argentinos.
"Este impuesto a los gastos de los argentinos en el extranjero es muy importante. Se suma a una situación de encarecimiento relativo de Uruguay con respecto a Argentina", expresó a la AFP el economista independiente Ignacio Munyo.
Uruguay ya estaba 30% más caro "en promedio" con relación a Argentina, y ahora la decisión del Ejecutivo kirchnerista, que busca contener la fuga de reservas en divisas, determina un "sobrecosto" adicional, señaló.
"El turista argentino tiene que hacer una inversión extremadamente onerosa" y "pagará muchísimo más en Uruguay", remarcó Munyo, quien vaticinó que argentinos de ingresos medios "que llegaron en enero de 2018 o 2017, no van a llegar a las costas uruguayas este año".
Para Uruguay "no son buenas noticias" porque el turismo en el verano austral genera un "piso de crecimiento" para el resto del año y "no lo vamos a tener", subrayó.
Poco margen
Los alquileres de temporada avanzan de forma muy lenta, las consultas no se concretan por una diferencia cambiaria importante, y en los operadores inmobiliarios la desazón es patente.
Javier Sena, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Punta del Este, que abarca también a otros balnearios de la zona costera del este de Uruguay, dijo a la AFP que la institución requerirá al Estado uruguayo medidas ante lo que considera una violación de la normativa Mercosur.
"El Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) es una unión aduanera" y "no se debería estar tomando ningún impuesto más porque no corresponde", esgrimió Sena, también operador inmobiliario.
Los agentes evalúan plantear al gobierno que Uruguay actúe en los "tribunales que atienden este tipo de casos". "Se nos está perjudicando". Uruguay es una país afiliado a "mantener nuestras normas acordadas, que queremos que se respeten", añadió.
En declaraciones al multimedio La República, la ministra de Turismo, Liliam Kechichián, sostuvo que el anuncio argentino no sorprendió al gobierno, pero acotó que "mucho margen para más medidas no queda".
El gobierno uruguayo ha impulsado la devolución o exoneración de algunos impuestos a visitantes extranjeros, pero el 30% argentino supera ampliamente ese esfuerzo fiscal.
El asesor hotelero Araújo espera que la situación pueda resolverse de gobierno a gobierno en el contexto de "un Mecosur de libre comercio", tal vez, arriesga, estableciendo una excepción al impuesto argentino para el intercambio entre los países socios.
Por el momento, cuenta que algunos hoteles están ofreciendo a sus clientes absorber parte de la diferencia que supondrá el impuesto a la compra de dólares, para "demostrar" que el turista importa y mantenerse a flote.
Para el economista Munyo "es muy poco lo que se puede hacer para atraer turistas argentinos. El diferencial (cambiario) es tan grande que no hay política de ajuste de precios" posible ya que "los comercios del este no tienen mayor margen para bajar precios" porque "la rentabilidad se ha esfumado en el sector turismo en los últimos años".