Al comienzo de la charla con el enólogo Ricardo Cabrera le consultamos sobre el balance del consumo de vino en el país y el volumen exportado en 2020.

Respondió con satisfacción que “aumentamos las ventas alrededor de un 15%, llegamos a un total de 72 millones de litros en lo que fue el año 2020, lo que es un muy buen aliciente respecto a años anteriores. Las bodegas y los productores están muy contentos con este crecimiento del aumento en lo que fue un año de la pandemia con una reclusión voluntaria. Ojalá que pueda seguirse haciendo caso a lo que nos aconsejan las autoridades y bueno el vino es un elemento fundamental en la dieta, en la familia y nos parece que ahí estuvo la clave del éxito, en que la gente estuvo más en sus hogares y pudo valorar mejor lo que es el producto vino como integrante de la dieta”.

El incremento en las ventas no solo fue en el mercado interno, subrayó Cabrera que “las exportaciones subieron un 16,2 % respecto al año 2019, creciendo muy bien respecto al vino envasado un 34,2%. Se lograron valores interesantes de ingreso de divisas al país, por ejemplo, 18.200.000 dólares en total, tomando en cuenta el envasado y el vino a granel. Si bien el vino a granel decreció, es importante que haya subido el vino envasado que es el que tiene más valor agregado”.

Respecto a la futura cosecha, nos expresó que “la calidad de la uva entendemos que, de no haber ningún inconveniente climatológico, va a ser excelente. La vendimia sería tal como fue la del año pasado pero con las reservas debidas. Por supuesto es una alegría un poco contenida porque todo lo que depende de la meteorología nunca se sabe. Todo pinta como para que esta cosecha sea muy buena como la del año pasado, no sé si la misma cantidad de kilos, veremos cuando hagamos las cuentas al final, allá por abril o mayo se verá la cantidad de uva que se cosechó. Seguramente la calidad va a ser muy buena y nos van a dar excelentes vinos como hasta ahora.

El presidente de INAVI también respondió a nuestra pregunta sobre la tolerancia cero en el consumo de alcohol para los conductores. Nos explicó que “lo hemos venido trabajando con el Ministro Uriarte desde que yo asumiera en mayo del año pasado.

Es un tema muy importante para el sector vitivinícola, pero también para la población en general. Nosotros nos basamos en la libertad del individuo, en la libertad de elección y no estamos planteando que se tome o consuma desmedidamente, sea vino u otras bebidas alcohólicas, estamos hablando de una tolerancia, así como hay tolerancia para la velocidad, para el tiempo en espera en un estacionamiento y para infinidad de cosas”.

“La tolerancia cero es intolerancia, nosotros para nada compartimos coartar esas libertades del ser humano, del ciudadano uruguayo, nos parece que tenemos que copiar de países de avanzada como Europa donde tienen tolerancia entre 0,5 y 0,8; casos de Alemania, España, Portugal y Suecia.

Nos parece muy bueno eso y no estamos hablando de un consumo excesivo, estamos hablando de una tolerancia que si uno toma una copa o hace un brindis en un evento no tenga después que salir a conducir con el temor de que lo van a parar o de que le van a hacer el control de espirometría”.

“Me parece que se trata de la propia palabra, dice 'tolerancia', me parece muy importante eso pero más que nada INAVI está participando en ese tema desde el punto de vista educacional. Nosotros entendemos que la educación es fundamental para la educación en el consumo responsable.

A nosotros, los que estamos en el mundo del vino, nos parece muy importante esta bebida milenaria y en Uruguay hace muchísimos años que tenemos una industria vitivinícola que siempre ha sido muy pujante”.

Agregó Cabrera que “de la educación en el consumo responsable, INAVI en ese sentido es promotor de ese paradigma. Estamos trabajando en un plan estratégico en ese sentido, resguardando lo que es la dieta de los uruguayos, la libertad de ejercerla con responsabilidad y bueno pasa todo por la educación y para hacerle entender a la gente que no es para consumir en forma de desmedida sino simplemente una tolerancia que puede estar entre 0,3 a 0,5”.

Respecto a la nueva sede, el presidente de INAVI detalló que “en el año 2013 se adquirió un terreno sobre la ruta 48, en lo que es hoy Avenida Luis Pérez Aguirre. Es un terreno de 8.000 metros y retomamos lo que fue la formación de una comisión en la anterior administración. Empezamos a trabajar en junio y hoy ya hicimos un llamado de arquitectos, hicimos un llamado de empresas, tenemos los planos, inscribimos la obra en el BPS, presentamos todo en la Intendencia. Además, ya tenemos el agua, tenemos la luz y estamos trabajando en un plan de aguas residuales porque ahí no hay saneamiento”.

Acotó Cabrera que “es una obra que va a ser muy importante porque va a ser la casa de la vitivinicultura uruguaya, va a quedar un patrimonio para el instituto, para toda la industria y va a ser un local de dos plantas de 800 metros aproximadamente cada planta con un galpón en el fondo donde vamos a tener depósito, garaje, también una bodega experimental y esperemos poder tener un viñedo pequeño.

En el edificio principal vamos a tener en la primera planta oficinas pero en un sentido moderno, todas agrupadas sin divisorias, un laboratorio modelo de aproximadamente 450 metros cuadrados, todo vidriado con la última tecnología donde INAVI es centro referente de consulta.

En la parte superior habrá también más oficinas abiertas, las salas directorio y las oficinas de las distintas asesorías, todos integrados. Pensamos que era hora de que el INAVI tuviera su propia casa, dejar de alquilar un local en Las Piedras con un gasto muy oneroso. Estamos muy contentos con eso y pensamos, Dios mediante, que para fin del año que viene tengamos la posibilidad de inaugurarlo”, concluyó Ricardo Cabrera.