El joven de 18 años reconoció ante la Policía y la Fiscalía que mató de un golpe en la cabeza a Walter Gómez, lo quemó y tiró sus restos al arroyo Manga. Alegó que ejercía abusos y maltratos contra su pareja, una joven de 15 años, quien fue hijastra de la víctima.

Los hechos tuvieron lugar el 24 de enero cuando la víctima se retiró caminando del domicilio de su última pareja en la zona de Punta de Rieles luego de dejar al hijo que tenían en común. Al no llegar a su casa, familiares radicaron la denuncia de su desaparición ante la Policía.

Luego de cinco días de búsqueda y un intenso trabajo de inteligencia, Bomberos ubicó dos bolsas de arpillera con restos humanos en el arroyo Manga. Tras ser analizados en el Laboratorio Biológico de Policía Científica se pudo determinar que pertenecían al hombre que estaba desaparecido.

Al verse rodeado por la Policía, el autor confesó el crimen y deberá cumplir prisión preventiva por 150 días por la presunta comisión de un delito de homicidio mientras se desarrolla la investigación.