Punta del Este, Uruguay | AFP | por Tupac Pointu

El cosmopolita balneario uruguayo de Punta del Este es visitado por estrellas e integrantes del jet set, pero lo que tiene de encantador también lo tiene de discreto y algunos lo eligen como escondite para evadir la justicia.

El capo italiano Rocco Morabito, miembro de la Ndrangheta, organización criminal originaria de Calabria (Italia), fue detenido en un hotel de Montevideo el sábado luego de separarse de su esposa con la que vivía en el balneario uruguayo.

Punta del Este es una lengua de tierra que se adentra en el océano Atlántico, rodeada de playas magníficas y colmada de casas lujosas, estalla durante el verano austral y vuelve a la calma el resto del año.

Su ritmo parsimonioso se vio sacudido por el arresto de Morabito, uno de los diez criminales más buscados del mundo.

Morabito había llegado al tranquilo país de 3,4 millones de habitantes en 2004, según datos de Interpol, que lo buscaba desde 1995 cuando desapareció de Milán, donde llegó a ser conocido como "el rey de la cocaína".

En Uruguay pasó desapercibido y llegó incluso a tramitar documentos de residencia.

"La sociedad uruguaya, compuesta por migrantes de Europa, es muy integradora. (...) Al venir a Uruguay, (los delincuentes) buscan alejarse" de donde se los busca, explicó el experto en seguridad Robert Parrado, sicólogo, perito judicial y comisario retirado de la Policía local.

"Alguien conocido, no se nota. El uruguayo no va a ir a verlo para sacarse una foto", ejemplificó.

¿Escondite perfecto?

"Uruguay tiene una particularidad que lo hace especialmente atractivo para este tipo de negocios (delictivos) y este tipo de personas. Tiene una legislación que permite con relativa facilidad el manejo de dinero de manera opaca", opinó el periodista e investigador Fabián Werner, director del portal Sudestada, especializado en corrupción y lavado de activos (www.sudestada.com.uy).

"Si bien Uruguay hizo avances para adaptar su legislación a la persecución de delitos financieros a nivel global, todavía permanecen ciertas rémoras de la legislación anterior que permiten que por ejemplo se utilicen empresas uruguayas, ya sea para blanquear dinero a través de la fachada que dan esas empresas, o bien que empresas uruguayas sin ningún tipo de actividad ni productiva ni financiera, sean utilizadas para abrir cuentas en el exterior y lavar dinero", precisó.

Punta del Este "tiene una doble ventaja. Está en Uruguay, y Uruguay tiene todas estas facilidades (...). Lo otro que atrae mucho a estos delincuentes de cuello blanco es lo que también atrae a los turistas normales: es un lugar atractivo para vivir, tiene seguridad, tiene relativa tranquilidad. Le permite a estas personas ocultarse de manera muy cómoda, porque tiene barrios privados, empresas de seguridad privada, tiene una lógica de funcionamiento social que es muy funcional a alguien que quiere vivir bien ocultándose de las miradas curiosas", concluyó Werner.

Perfil bajo y buena cocina

Morabito se instaló en Uruguay en un establecimiento agropecuario de 600 hectáreas que adquirió y vendió, y luego alquilaron un chalet puntaesteño.

El martes, un empleado estatal llegó a cortar el agua. La casa parecía vacía.

Desde que Morabito, de 50 años, fue arrestado mientras buscaba apartamento para alquilar, su esposa angoleño-portuguesa y su hija de 15 años se refugiaron en un hotel, esperando que la tormenta pase, según el propietario de la casa, Daniel Puig, que sigue en contacto con la familia.

"La hija, que tiene problemas de asma, se la pasa mirando su teléfono para ver lo que sale sobre su padre y llorando. Ya no va al colegio, (y) recibe mensajes horribles. Ninguna de las dos conocía su pasado", aseguró este corredor inmobiliario.

"Era alguien normal. (...) No era ostentoso para nada. Manejaba un autito y llevaba a su hija al colegio. Vivía para su hija", describió Puig.

"Recibía muy bien en su casa, era muy amable. Le gustaba la cocina. Tenía siempre el horno prendido, una cava de vinos", detalló.

No es la primera vez que Punta del Este, sus cálidos veranos y sus fríos y ventosos inviernos, aparecen en la crónica policial internacional.

La ciudad es conocida por haber sido el refugio del exalcalde de Niza, el fallecido Jacques Médecin, que se fugó de Francia en setiembre de 1990 en medio de un escándalo sobre la gestión de varias asociaciones vinculadas a la ciudad que gobernaba. Fue detenido y extraditado, y regresó luego a Punta del Este, donde murió en 1998.

En abril de 2016, Gerardo González Valencia, uno de los presuntos jefes del cartel mexicano "Los Cuinis", fue detenido en esa ciudad, donde también llevaba una existencia discreta.

Morabito en tanto está bajo arresto con fines de extradición en Montevideo. Italia tiene 90 días para hacer el pedido. En Italia fue condenado en ausencia a 30 años de prisión.

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