El presidente de Argentina, Javier Milei, dijo este viernes ante el Congreso que irá a fondo con sus reformas ultraliberales "con o sin el apoyo de la dirigencia política", en su discurso de apertura de las sesiones legislativas.
"Nuestras convicciones son inalterables, ordenaremos las cuentas públicas con o sin la ayuda del resto de la dirigencia política", dijo el presidente, al asegurar que si el Congreso no aprueba sus reformas, utilizará "todos los resortes legales del poder ejecutivo nacional".
"Cuando nos encontramos con un obstáculo, no vamos a dar marcha atrás, vamos a seguir acelerando", dijo el presidente entre vítores.
"Si lo que buscan es el conflicto, conflicto tendrán", añadió.
Milei resumió las medidas tomadas en sus 82 primeros días de gobierno, en los que puso en práctica draconianos ajustes fiscales. Al aumento acelerado en precios de alimentos y medicamentos, se sumó la quita de subsidios en los servicios públicos, que causó un ajuste abrupto de las tarifas.
A los argentinos, que padecen una inflación de más de 250% interanual y una pobreza que alcanza a más del 50% de la población, "les pido paciencia y confianza", dijo el mandatario.
"Falta un tiempo para que podamos percibir el fruto del saneamiento económico y las reformas que estamos implementando", aseguró. "Todavía no hemos visto todos los efectos del desastre que heredamos, pero estamos convencidos que vamos por el camino correcto, porque por primera vez en la historia estamos atacando el problema por su causa: el déficit fiscal, y no por sus síntomas".
El diputado oficialista José Luis Espert dijo a la AFP, al término del discurso, que le parecía bien "poner toda la carne sobre el asador" en referencia a exponer el plan claramente; mientras para la diputada opositora Myriam Bregman se trató de "una cortina de humo para no hablar de la realidad".
El discurso tuvo lugar a las 21H00 locales (00H00 GMT) en medio de un fuerte operativo de seguridad, mientras cientos de personas protestaban a las puertas del Congreso en repudio a las medidas de ajuste.
"Me revuelve la panza", comentó Elba Sarmiento, una artesana de 37 años. "Lo que está pasando es terrible. Es un exterminio de pobres esto".
"Pacto de Mayo"
El presidente convocó a todo el arco político a firmar un nuevo "contrato social" de diez puntos ya establecidos, entre los que enumeró la defensa "inviolable" de la propiedad privada y el equilibrio fiscal "innegociable".
Milei llamó a firmar el "Pacto de Mayo" en la provincia de Córdoba (centro) el 25 de ese mes, aniversario de la Revolución de 1810 que condujo a la independencia Argentina de la corona española en 1816.
"No les dice (a los legisladores) directamente que va a gobernar por decreto, si bien los amenaza al decir que las leyes van a salir por el Congreso o por decreto, pero les ofrece un pacto a libro cerrado", dijo a la AFP Iván Schuliaquer, politólogo de la Universidad Nacional de San Martín.
"Él propone que la única voluntad popular que vale es la que lo votó a él y no a los gobernadores ni a los diputados y senadores", agregó.
Por otro lado, el experto consideró que al proponer un pacto político próximo, Milei "pone un horizonte para la política de aquí a tres meses, sabiendo que la economía de la mayoría de la gente va a estar peor en esos meses".
El propio Milei había dicho en una entrevista que "lo peor (del ajuste) llegará en marzo y abril; tocaremos fondo para después rebotar".
"Idiotas útiles"
Diez días después de asumir, Milei había lanzado un decreto presidencial (DNU) que modificó o derogó más de 300 normas para una profunda desregulación de la economía, pero la iniciativa acumuló decenas de cautelares que cuestionan su constitucionalidad y su capítulo laboral está suspendido por la Justicia.
Luego envió al Congreso la llamada "Ley ómnibus" con 664 artículos, pero el proyecto no tuvo apoyo suficiente en el Congreso y Milei ordenó retirarlo.
A los dirigentes políticos opositores que criticaron el DNU los llamó entonces "idiotas útiles". A los diputados, propios y ajenos, que no aprobaron los artículos de la "Ley ómnibus", los catalogó de traidores.
El Fondo Monetario Internacional, que prevé una contracción económica de 2,8% en 2024 para Argentina, saludó las medidas tomadas por el gobierno pero recomendó que éstas se calibren para proteger a los sectores sociales más pobres.
En 2018, bajo la presidencia de Mauricio Macri, Argentina contrajo una deuda con el organismo por 57.000 millones de dólares, de los cuales recibió algo más de 44.000 millones en un programa que sigue vigente.
Buenos Aires, Argentina | AFP | por Sonia Ávalos / Tomás Viola