El presidente Luis Lacalle Pou ha tomado la decisión de no extender invitaciones a los gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Cuba para la ceremonia de cambio de mando del 1º de marzo, acto que se enmarca en la transición de gobierno hacia el presidente electo, Yamandú Orsi.

Esta determinación, había sido comunicada a la administración de Orsi días atrás. La controversia surge del hecho de que, a diferencia del Frente Amplio, que aboga por una política de inclusividad diplomática, Lacalle Pou considera que estos países, bajo gobiernos que califica de dictatoriales, no merecen ser parte de la celebración oficial. En su primer mandato, el presidente ya había excluido a estos Estados y su postura se mantiene firme en esta nueva etapa.

Desde la óptica del Frente Amplio, que se prepara para asumir el poder, la invitación a todos los Estados con los que Uruguay mantiene relaciones diplomáticas es una norma que busca consolidar un enfoque institucional. Yamandú Orsi y otros líderes de la izquierda han defendido esta posición, sugiriendo que la inclusión es esencial, independientemente de las diferencias políticas que puedan existir. Por ello, la lista de invitaciones elaborada por Orsi incluyó a los mencionados países, pero Lacalle Pou decidió no firmarlas.

La negativa del presidente ha generado reacciones diversas. Mientras el oficialismo aplaude la decisión, algunos sectores dentro del Frente Amplio han expresado su descontento, revelando una falta de consenso sobre cómo abordar las relaciones con estos gobiernos. Las tensiones internas se han intensificado, con figuras como el futuro ministro de Trabajo, Juan Castillo, y el intendente Marcelo Metediera, manifestando opiniones divergentes sobre la legitimidad del liderazgo en Venezuela.

En el contexto internacional, Lacalle Pou ha mostrado un compromiso claro con la oposición venezolana y ha cuestionado abiertamente a los gobiernos de Maduro y Díaz-Canel en foros globales. Su cercanía con Edmundo González Urrutia, presidente electo de Venezuela, y su apoyo a la causa opositora han marcado su administración, reforzando su postura frente a estos regímenes.