El nacimiento de un venado de campo mediante reproducción asistida marca un antes y un después en la conservación de esta especie nativa sudamericana.
El evento tuvo lugar el 23 de mayo en la Estación de Cría de Fauna Autóctona de Pan de Azúcar (ECFA), en Maldonado, y representa un hito científico de alcance internacional.
El cervatillo, llamado Clemente en honor a Clemente Estable, llegó al mundo gracias a un protocolo no invasivo diseñado especialmente para la especie *Ozotoceros bezoarticus*, con aportes genéticos de un macho silvestre de Salto y una hembra en cautiverio. Esta combinación genética inédita resulta clave para enfrentar la pérdida de diversidad derivada de la consanguinidad, uno de los principales desafíos que enfrenta el venado de campo en Uruguay.
La responsable del proyecto, Susana González, del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE), lideró el trabajo en conjunto con la directora de la ECFA, Brenda Bon, y el experto brasileño José Mauricio Barbanti Duarte. Ocho meses antes, la madre de Clemente había sido inseminada como parte de un esfuerzo coordinado que incluyó la recolección de semen en poblaciones silvestres.
Este logro se inscribe en un proyecto mayor que ya incluye otras hembras inseminadas, y cuenta con respaldo de la Fundación Whitley, propietarios rurales y autoridades locales. Con la llegada de Clemente, se abre la puerta a nuevas esperanzas para el futuro del venado de campo en su medio natural.