Nueva York, Estados Unidos | AFP | por Laura Bonilla
Jurados del juicio FIFA escucharon el viernes sobre la destrucción de evidencia de una empresa que pagó millones en coimas a exjerarcas del fútbol, mientras la jueza busca aclarar si un acusado amenazó a un testigo al hacer gestos como si fuese a degollarlo.
El gerente de Torneos y Competencias (TyC) a cargo del pago de sobornos a poderosos jerarcas del fútbol sudamericano destruyó un servidor con evidencias, aseguró durante el juicio de corrupción de la FIFA su exjefe, el empresario argentino Alejandro Burzaco, testigo clave de la fiscalía.
Burzaco, expresidente de TyC, finalizó el viernes más de 25 horas de testimonio en el cual contó cómo su empresa y muchas otras como TV Globo, Fox Sports o Televisa pagaban coimas a los principales jerarcas de la Conmebol y la Concacaf, entre ellos a los tres acusados en el juicio FIFA que se celebra en la corte federal de Brooklyn, a cambio de los derechos de televisación y marketing de torneos como la Copa Libetadores y la Copa América.
Se trata del expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, José Maria Marín, de 85 años; el expresidente de la Conmebol, el paraguayo Juan Angel Napout, de 59 años, y el exjefe del fútbol peruano Manuel Burga, de 60.
Destrucción de pruebas
El gerente de TyC, Eladio Rodríguez, tenía su oficina en Montevideo, donde guardaba en un servidor información sobre los sobornos, contó Burzaco, uno de los 42 acusados por la fiscalía en el marco del escándalo FIFA, que coopera con el gobierno para reducir su pena.
"¿Envió Eladio Rodríguez a un ingeniero de Torneos a Uruguay a destruir el servidor" tras los primeros arrestos de jerarcas de la FIFA en mayo de 2015?, le preguntó uno de los abogados de Marín, Jim Mitchell.
"Me enteré tres meses después que aparentemente hizo que un tren aplastara su servidor. Esta es una expresión para decir destrucción", dijo Burzaco, que se entregó a la justicia italiana en mayo de 2015, fue extraditado a Estados Unidos y se declaró culpable en noviembre de ese año.
Burzaco negó que hubiera un plan en TyC para destruir evidencias si los responsables de la empresa eran arrestados o acusados. Pero sí admitió que había un plan para esconder información, "y eventualmente computadoras" en caso de órdenes de allanamiento, sobre todo para evitar que información de la empresa cayese en manos de "competidores".
¿Amenaza o dermatitis?
La jueza Pamela Chen, que lleva el caso, decidió celebrar una audiencia la semana próxima para decidir si el acusado Manuel Burga intentó o no intimidar a Burzaco.
Tres fiscales y Burzaco aseguran que en dos oportunidades el acusado miró al empresario argentino -que dice haberle pagado 3,6 millones de dólares en coimas y le tenía prometidos otros tres- e hizo un gesto con la mano como si fuese a decapitarlo.
La segunda vez, el gesto perturbó a Burzaco, que se puso a llorar al inicio de su testimonio.
Burzaco regresará a la corte para testificar en esta audiencia, a la cual no asistirá el jurado.
"El argumento de la fiscalía es que si (Burga) es tan descarado como para hacer esto delante de todo el mundo en la corte, incluido los fiscales, existe cierta inquietud de otras eventuales acciones que podría tomar", dijo Chen, que el miércoles decidió restringir los movimientos del exjefe del fútbol peruano y colocarlo en arresto domiciliario.
La fiscalía pide que Burga sea encarcelado hasta su sentencia.
El abogado de Burga, Bruce Udolf, dice que su cliente tiene una irritación en la piel y que hasta usó una crema de cortisona cedida por una asistente legal.
Burzaco rompió muy brevemente en lágrimas este viernes cuando el fiscal Sam Nitze le preguntó si podía ir a Argentina y ver a sus hijos cuando quiere. "No", dijo con la voz cortada por la emoción. También dijo que no era seguro para él regresar a Argentina, aunque tiene la "esperanza" de poder hacerlo algún día.
"Me parece que en Sudamérica (Burzaco) no puede caminar. Se quedará en Nueva York, pero no debe poder volver acá. A Alguno no le va a gustar que vuelva", dijo Humberto Grondona, hijo de Julio Grondona, el difunto exjefe del fútbol argentino a quien Burzaco dice haber pagado millones en sobornos.
Burzaco, que amasó una fortuna como empresario, dijo al fiscal que ha dejado a sus hijos entre 115 y 120 millones de dólares, según él dinero ganado antes de asumir la presidencia de TyC.
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