Claudia Patricia Mondragón Ramírez nos hizo llegar la siguiente carta sobre su sobrina asesinada:
Miércoles, 10 de febrero de 2016
Fue el 23 de Mayo de 2012… no estoy segura de la hora… calculo que serian cerca de las doce y media de la noche… Ya estábamos todos dormidos… era una noche fea, fría y con neblina.
Escucho entre sueños… “Patty…mataron a Camila”. Se sentía lejos. Otra vez: “Patty, mataron a Camila”. Me levanté…abrí la puerta y vi venir a mi sobrino… llorando… gritando. Entró a casa, se tiró al piso como en una pataleta. “Mataron a Camila… mataron a Camila”, decía. No… le decía yo, la habrán lastimado para robarla. “Vení”… me decía… ”vení”.
Me calcé y lo seguí. Mi esposo y mi hija (durmiendo) quedaron allí. No podía caminar. Como me pasa muchas veces en los malos sueños, cuando querés correr y no podés mover las piernas. Me pasó eso, no podía caminar, tardé una eternidad en llegar a ese maldito campo.
Allí estaba mi hermano, acurrucadito a ella.
Estaba oscuro, pero la claridad era suficiente para ver su cara ensangrentada, mirando nada… mirando todo. La agarré de la mano, también estaba lastimada.
El sollozo de mi hermano, el llanto de mi sobrino, mi esposo que llegó y me gritaba….el Policía que me decía “no la toque señora…déjela”. Llegó la madre…que estaba en la comisaria por averiguaciones. El hermano se saca la camperita que tenia puesta y tapa a su hermana, para que la madre no la viera. Todo se sucedió como ajeno a mi… como en una película.
El médico vino una hora más tarde. La revisó en mi presencia. Habló conmigo. Policías. Luces. Fotos. Forense. Se la llevaron al amanecer…en una camilla. Su cuerpo fue tapado con una sábana blanca…se veían solo sus championes nuevos.
Los periodistas, la Policía, ya sabían el nombre de los cuatro asesinos.
De la sala velatoria llamaron porque estaba muy lastimada para dejar el cajón abierto. “¿Que hacemos señora?” No seeee, no seee. Luego otra llamada, la habían arreglado lo suficiente. “¿Dejamos el cajón abierto?” No seeeee…. Espera a que sus padres la vean, mejor que decidan ellos. Luego un cajón, su cara… su cuerpo allí. No podía estar pasando. Me quería despertar y no podía.
¡Estaba pasando de verdad! ¡Habían asesinado a Camila!
A partir de ese día… nada… nada sería igual.
En primer lugar, NO quisiera que se olvidaran de ella. No quiero que dejen de pensarla, de recordarla, de nombrarla. Camila fue parte de nuestra vida y una parte muy importante.
Aquí…en este país, luego de un tiempo, cuando “las cosas se calman”…nadie habla mas del tema….”ya pasó”. Quiero que sepan, señores, que no pasa… que no pasa nunca, que nunca mas va a pasar. Pero claro, solo lo sabemos nosotros, los que quedamos con ese vacío…nadie más…a nadie más le importa. Hasta que le ha tocado a otro… y a otro… y a otro… y cada vez somos más… y más. ¿Que será de este país lleno de familias rotas por este motivo? ¿Seguiremos siendo el sostén de la sociedad? ¿Quien asegura nuestra salud mental? La familia de la gente asesinada, padres, madres, hermanos, tíos, etc. Sabés qué difícil es para mi… que soy su tía, cruzarme con su asesino (recuerden que fueron cuatro y que sólo dos están presos. Para los otros dos no hay pruebas suficientes, aunque la hermana declaró sus nombres. Imagínate lo que debe ser para su padre…, o su madre… o su hermano, estar en esa situación. Esto sí ocurre, nos cruzamos con él a cada momento. ¿Alguien nos asegura que no terminemos siendo asesinos nosotros también? ¿Será posible?, o seguiremos en nuestra firme fortaleza? En fin…
También quiero decir que la mayoría de las personas que se dicen amigas de Camila son hipócritas. ¿ Por qué? Porque a mi no me sirve que solamente escribas algo lindo, me sirve que hagas algo por ella, por ejemplo: acompaña a la familia, apoya la lucha, comprométete. Pinta una pancarta, acompaña una marcha, lleva una flor a su “tumba” (en el campo donde fue asesinada)Publica su foto una vez al mes… no sé, hay tantas cosas que se pueden hacer. Hacete presente.
¿Qué pretendo yo de la sociedad, del gobierno, y de todo los demás? Varias cosas: Pretendo que la familia tenga ayuda. La psicológica debe ser inmediata.
Tiene que ir un psicólogo a su casa….todos los días…al menos una hora y atenderlos. También la ayuda económica…empezando por el sepelio. Porque, sí señores, eso también hay que pagarlo. Un montón de dinero, en un momento espantoso e inesperado… se debe sacar de donde no hay. ¿Saben? A nosotros nos ayudó todo el barrio… si no… no tengo idea lo que pudo haber sido. Y cuando se cremó su cuerpo… hubo que pagar todo otra vez. ¿Que tal? Y luego…hay que seguir trabajando para pagar las cuentas: la luz, el agua… ¿Y si el padre no tiene ganas de ir a trabajar? ¿Se atreve alguien a juzgarlo? Ayúdenlo…punto… La psicóloga dirá si se encuentra o no en situación de trabajar. Y si no… que se hagan cargo… Porque si yo, en mi casa, hiero a un delincuente y lo dejo parapléjico, ¡madre mía! Me sacan hasta lo que no tengo para el pichi.
Las leyes…bueno…tienen que cambiar YA. La familia tiene que ser parte del proceso penal y no debe haber discusión. Un abogado… eso debe de tenerlo y punto. El estado se debe hacer cargo de proporcionar un abogado…igual que como lo hace con los delincuentes. En caso contrario… el fiscal debe ponerse a nuestra disposición. Todo lo que tiene un delincuente en la cárcel, debe tenerlo la familia. Alguien debe asegurarse de que lo tengan todo: psicólogo, médico, visitador social, abogado, todo, todo.
La familia ha aportado más pruebas que las que se han conseguido por ahí…y no crean que somos la única familia. A casi todas les pasa lo mismo. Tenemos derecho a saber fechas de audiencias, pericias, testigos. En fin…a todo el proceso. La reconstrucción tiene que hacerse de forma inmediata. Al menos… tiene que hacerse. No me importa nada la seguridad del delincuente… como se nos dijo a nosotros… A mi me importa la verdad. En el caso de Camila la reconstrucción no se hizo ¡NUNCA!
Yo, por mi parte, no quiero que los asesinos tengan derecho a nada. No quiero recuperación para ninguno, porque pienso que no lo harán. Quiero que trabajen.
Quiero que paguen por cada beneficio que se les concede. A ellos se les asegura la comida todos los días…a nosotros no. Si ellos tienen derechos humanos… los nuestros están diez veces por encima de ellos…porque señores… que somos todos iguales es una gran mentira.
No quiero ver vagos en las calles… quiero que mis hijas puedan salir en paz. Quiero que los obliguen a estudiar o a trabajar. ¡Servicio militar obligatorio! ¿Por qué no? Si no les gusta hacer mas nada, no me parece mal.
Quiero que cumplan la pena completa. Si por un homicidio especialmente agravado la sentencia es de 25 o 30 años, no quiero que salgan antes. Porque buena conducta no existe… no en ellos que mataron a una niña y dejaron herida de muerte a una familia entera.
Por supuesto que quiero que se pongan las pilas para que no quede el caso sin aclarar. Eso ni hablar. Si está la confesión de dos personas que involucran a las otras dos, eso debería ser suficiente para ponerlos tras las rejas… no hay discusión. Pónganse las pilas y pónganse de nuestro lado, de las victimas… no de los delincuentes. Eso tiene que terminar.
En fin… no quiero que Camila sea solamente un recuerdo… una foto…un video… Quiero que viva en cada uno de ustedes como vive en mi…siempre… todos los días. Y que luchen… que luchen para que se haga justicia por ella, por nosotros, por todas las Camila que siguieron. Para que tu hija o tu nieta no sea otra Camila… para que tu familia no sea otra familia olvidada, para que no te pase lo que me pasó a mi, a nosotros…
Camila siempre está presente en mi corazón…
Patricia Mondragón