Existe en la localidad de Juanico, departamento de Canelones, un conjunto edilicio de larga data.
Hasta hace, relativamente poco tiempo, se adjudicó el mandato u orden de su construcción al capitán de navío y acaudalado hacendado Francisco Juanicó (1776 – 1845); un detenido estudio (en base a bibliografía tanto nacional como extranjera) terminó por desmoronar aquella idea originaria de la tradición oral local.
Pues, se sabe –hasta la reciente edición del libro "Los Secretos de la Reliquia"©- no se ha acreditado documentalmente aquello que se afirmaba.
El avecindamiento de los padres jesuitas, a mediados del siglo XVIII, en la actual zona de Juanicó; precisamente, entre los arroyos Canelón Chico y El Gigante, estableciendo la Chacra San José, se constituye en uno de los indicios para determinar dudas respecto a la fidelidad de aquello que la tradición oral les enseñó a los pobladores (e investigadores) de la localidad canaria de Juanicó.
Otro dato interesante lo aporta la numerosa presencia de indios tapes que se dispersaron en diversos puntos de la Banda Oriental a partir de la segunda mitad del siglo XVIII; precisamente, en esta zona de los Canelones se dio la presencia del catequizado guaraní.
En "Los Secretos de una Reliquia"© se ve un somero repaso por las construcciones arquitectónicas o ruinas existentes en nuestro país, hijas de una edad de progreso de la época colonial, donde la economía del cuero tuvo su auge. Por ejemplo, la Junta de Temporalidades inventarió (en 1767) la existencia de un depósito de 2.200 cueros en la actual localidad de Juanicó, en la que los padres jesuitas tuvieron su "estancia chica" (de 3.105 hás), dedicada a la explotación ganadera.
Entre esas construcciones coloniales, en las que por encargo o con la dirección de los padres jesuitas, los indios tapes hicieron su aporte como alarifes o peones, se procura indagar el origen, edad y finalidad de aquel conjunto edilicio que hoy conforma el casco.
El gran secreto de ese antiquísimo complejo arquitectónico (declarado Monumento Histórico Nacional en 2009), estuvo escondido por decenas de décadas bajo el subsuelo juanicoense: la actual cava de vinos de guarda.
Obra subterránea que, misteriosamente, guarda llamativas similitudes en su diseño arquitectónico con otras que se encuentran dispersas por la Cuenca del Plata; construcciones que tuvieron como autores a los "grandes constructores de subterráneos" (al decir de Leopolpo Lugones): los padres jesuitas.
"Los Secretos de una Reliquia"© una investigación histórica del Dr. Fernando Lúquez Cilintano es completada y jerarquizada por los aportes realizados por el Arq. Fernando Chebataroff, el Ing. Agrim. Óscar Nóbile y el Prof. Agapo Luis Palomeque, éste último como prologuista. Una pieza literaria que, con estricto rigor científico, ingresa en el estudio de los primeros años de la colonización en la vieja jurisdicción de San Felipe y Santiago de Montevideo y, en especial, durante la primera época de la Compañía de Jesús en la Banda Oriental (1746-1767).