"Por este medio queremos hacer llegar nuestro agradecimiento a todos nuestros amigos, socios y no socios de Casa de Galicia, funcionarios y médicos que se han interesado por mi salud y su evolución con expresiones que les aseguro no olvidaré", destaca Alberto Iglesias en su carta.
"Si bien aún estamos en una etapa de recuperación -continúa la carta- con cuidados asistidos, es notoria la mejoría que confirma una vez más la excelencia de los médicos y de funcionarios de Casa de Galicia especializados en cardiología. Me han realizado tres intervenciones, la última el 29 de noviembre, pero ya me aseguran que a partir de la primera semana de febrero podré tener una vida con algunas normalidades vinculadas al trabajo.
Iglesias manifiesta que "es a partir de ese momento que nos sentimos comprometidos a defender en todos los escenarios necesarios lo actuado por nuestra Junta Directiva durante todo su período de 36 meses. Dejaremos en claro cómo encontramos a Casa de Galicia cuando asumimos y haremos conocer los nombres de quiénes fueron responsables, tanto directivos y funcionarios, de su endeudamiento y de su desorden de funcionamiento. También nos presentaremos a la justicia, quien como poder independiente, juzgará si no hay responsabilidades en el pasado y desde que sumieron estas autoridades que gobiernan la salud desde el 1 de marzo de 2020 que con sus omisiones y decisiones han perjudicado su funcionamiento hasta provocarle un daño, a nuestro entender, irreparable".
Añade en el documento que "en nuestro caso, cuando firmamos el fideicomiso en diciembre de 2019, se dejó a resguardo 60 cuotas de un total de casi 2 millones de dólares para el pago de los salarios de los funcionarios médicos y no médicos por 5 años sin ningún riesgo de ninguna naturaleza. Eso hace que hoy, en plena desgracia, se sigan teniendo los recursos para pagar los salarios todos los meses. Los funcionarios pueden quedarse tranquilos ya que aún quedan 35 cuotas destinadas al salario y se va a pagar todo lo que corresponde".
"Deseamos profundamente que el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, pueda cumplir con su palabra de ayudar a Casa de Galicia y devolverla a los gallegos y sus descendientes", afirma.
"Sería muy duro para nosotros que así no fuese, por tener más de 104 años y por ser la institución más importante de afiliados gallegos en el mundo fuera de Galicia. Sería muy duro si perdemos un patrimonio de esta importancia, por una decisión difícil de explicar, cuando se aclaren los temas", sostiene Iglesias.
También agradece "a los medios de comunicación por sus consultas constantes y por entender que necesitamos espacio hasta estar totalmente recuperado para responder una por una las consultas y difamaciones que se han hecho circular".
Destaca Iglesias que además "esta carta es una fe de vida, no estoy muerto ni me fui del país, sino que me estoy recuperando de tres operaciones, tomando nota de todo para responder cuando sea pertinente".
Por último, asegura estar "orgulloso de ser uno de los uruguayos y también gallegos que hoy están peleando por defender el gran patrimonio de Galicia que tenemos en Uruguay y a una de las instituciones referentes en distintas disciplinas de la salud".
Fuente: Carta abierta de Alberto Iglesias | Twitter